Durante la guerra de la independencia contra los franceses, los españoles tenían todas las de perder. Cada día perdían a muchos hombres. Uno de esos días, un soldado fue a ver a su capitán:
- ¡Mi capitán, mi capitán! ¡Estamos cayendo, no aguantaremos mucho más!
- Esto no puede ser, tenemos que hacer algo – Dijo el capitán.
- Pues usted me dirá mi capitán.
- Ya sé, se me ha ocurrido una idea. ¿Sabe usted como se llaman todos los Franceses?
- No mi capitán ¿Cómo?
- Se llaman Fransuá. Lo único que tenemos que hacer es llamarles y cuando se levanten para contestar… les disparamos.
- Muy bien mi capitán, lo haremos ahora mismo.
El soldado hace correr la voz y en ese preciso instante se pone a funcionar la estrategia:
- ¿Fransuá? – Dice un soldado.
- ¿Güi?
¡Puuuuuuuuuuummmmmmmmm! El soldado Francés murió de un escopetazo. Y así siguió durante muchos días.
- ¿Fransuá? -¿Güi? ¡Puuuuuuuuuuuuuummmmmmmm!
- ¿Fransuá? -¿Güi? ¡Puuuuuuuuuuuuuummmmmmmm!
- ¿Fransuá? -¿Güi? ¡Puuuuuuuuuuuuuummmmmmmm!
Ante esta situación alarmante, el capitán francés decidió hacer una reunión:
- Esto es increíble. Los españoles acaban con todos nosotros. ¡Tenemos que hacer algo!
- Yo sé lo que podemos hacer – Dijo un soldado – Ya que los españoles utilizan esa estrategia, enfrentémonos con su misma moneda. Como todos los españoles se llaman Pepe, llamémosles y después disparamos.
- Genial, soldado, genial. Hala, ya saben, así que a las trincheras.
Al día siguiente empezó la estrategia francesa:
- ¡Pepe! Nadie contestaba.
- ¡PEPE! Seguían sin contestar.
- ¡¡¡PEEEPEEE!!!
- ¿Eres tú Fransuá?
- Güi
¡Puuuuuuuuuuummmmmmmmmmm!
BBBBBBB
Hace 9 años.